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domingo, 18 de noviembre de 2012

La Cumbre del Rock Chileno es todo un éxito


Fueron instantáneas registradas en distintos momentos del festival de larga duración celebrado durante todo el día de ayer en Santiago. Katona Katrina, la cantante de Vodoo Zombies, criticaba a eso de las dos y media la falta de bandas rockeras de verdad en un espectáculo que se hace llamar Cumbre del Rock, molesta además por haber tenido que acortar la duración del show del grupo. 

"Para la gente que le gusta la música chilena hagan un gran ruido" invitaba poco más tarde uno de los integrantes de Movimiento Original, que lejos de ser rockeros hacen rap sobre bases de reggae. "Chao, Cumbre del Pop Rock Chileno", fue la despedida de Álex Anwandter ya entrada la noche, un cantante pop por definición.

Una de las evidencias que dejó la tercera versión de este espectáculo es que la marca Cumbre del Rock Chileno podrá estar registrada y ser muy reconocible, pero que los propios gestores de este festival han tenido el criterio para expandir más que en las dos versiones anteriores la convocatoria del encuentro a varias de las diversas tendencias que hace años coexisten en la música chilena. Y que lejos de de ser un problema, ésa es una perspectiva saludable.

La Cumbre del Rock III fue en realidad un encuentro de rock, fusiones latinas, rap, elementos del jazz, el blues y el reggae, pop rock, folk, funk y electropop, de acuerdo con lo que pusieron a sonar en los dos escenarios los más de cuarenta solistas y músicos invitados.

Una primera incógnita más allá de la música era el uso de la Ciudad Parque Bicentenario, ex aeródromo de Cerrillos, como una plaza para festivales masivos. Las versiones previas de la cumbre habían sido hechas en el Estadio Nacional y el Club Hípico, recintos más habituales para estos espectáculos. Y las buenas condiciones de acceso así como la existencia de una explanada de gran tamaño probaron que el viejo aeródromo puede funcionar bien para estos propósitos, si se presta atención a las condiciones climáticas y al suministro de agua, dos variables que se conjugaron para generar el mayor problema de la tarde.

Las treinta mil personas que llegaron a Cerrillos, de acuerdo con las estimaciones de los organizadores, pasaron horas expuestas a un sol inclemente, y los tanques con agua potable dispuestos en la mitad de la pista del ex aeródromo no dieron abasto. El público se agolpó frente a ellos en largas filas durate toda la jornada en espera del camión cisterna. Y recién pasadas las seis de la tarde hubo mangueras con agua para refrescar a parte de las primeras filas de la audiencia, inmovilizadas frente al escenario: factores que va a ser preciso tener en cuenta para seguir relizando espectáculos masivos en este recinto.

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